Montcada, una de las ciudades más castigadas de Cataluña por el tráfico, lo estará un poco menos a finales de la próxima primavera, cuando entre en funcionamiento el túnel urbano que canalizará los 43.135 vehículos que ahora pasan por la C-17 (autovía Vic-Puigcerdà), situada en pleno centro de la ciudad. La obra empezó a principios del pasado año y estará lista dentro de unos seis meses más, aproximadamente. Incluye diversos aspectos. Uno de ellos es la construcción de un túnel urbano, de unos 250 metros de longitud que soterrará buena parte del tráfico que ahora soporta la ciudad y que, en algunas zonas pasa aún muy cerca de viviendas.
Además de los cambios en el interior de la población de Montcada, la obra servirá para eliminar el semáforo que hay en la antigua N-152 (ahora llamada C-17) y que permite el desvío hacia Cerdanyola y el cementerio de Collserola, saliendo de Barcelona, y que lleva hacia la avenida Meridiana, en sentido contrario. Con esto, la C-17 dejará de tener semáforos hasta la confluencia de Meridiana con Río de Janeiro, ya dentro de Barcelona.
La obra se prolongará un poco más de lo previsto porque en el proceso de construcción se ha tenido la precaución de mantener constantemente dos carriles de tráfico en cada sentido, salvo momentos muy excepcionales.
El túnel tendrá bajo el asfalto un par de depósitos que recogerán el agua de lluvia y, también, la de las capas freáticas, muy altas en ese punto cercano al río Besòs. Una vez terminados los trabajos, habrá, donde hasta ahora había una autovía con dos semáforos, una plaza en forma de rotonda y dos carriles de servicio, además de la zona soterrada. El conjunto de la obra supera el kilómetro y medio.
La parte que se soterra está limitada por una de las muchas servidumbres que paga Montcada: una de las tres líneas férreas que masacran el territorio y que, sobre la C-17, pasa en viaducto. Las zapatas del puente ferroviario impiden que el soterramiento de la autovía empiece antes. No obstante, a la altura de ese puente, se aprovechará para construir una zona de conexión con la carretera que lleva hacia Ripollet y Sabadell, a través de un paso inferior, además de una rotonda para la redistribución del tráfico.
Montcada soporta tres vías férreas (las obras del AVE ya han empezado), dos autopistas y, hasta ahora, una autovía. Uno de los puentes ferroviarios es, además, metálico, y el paso de los convoyes produce un estruendo considerable.
La ciudad tiene, además, una cementera y dos ríos. Uno de ellos, el Besòs, ha conseguido ser integrado a su paso por Santa Coloma, pero en Montcada sus riberas son puros vertederos, llenos de todo tipo de porquería, con predominancia de los plásticos abandonados.
El presupuesto de los trabajos es de 33,5 millones de euros. Las obras están siendo realizadas por Isolux-Corsan-Corvian. La media de trabajadores en la zona ronda el centenar de personas.
FRANCESC ARROYO - Barcelona - 07/10/2008 El País.com
Además de los cambios en el interior de la población de Montcada, la obra servirá para eliminar el semáforo que hay en la antigua N-152 (ahora llamada C-17) y que permite el desvío hacia Cerdanyola y el cementerio de Collserola, saliendo de Barcelona, y que lleva hacia la avenida Meridiana, en sentido contrario. Con esto, la C-17 dejará de tener semáforos hasta la confluencia de Meridiana con Río de Janeiro, ya dentro de Barcelona.
La obra se prolongará un poco más de lo previsto porque en el proceso de construcción se ha tenido la precaución de mantener constantemente dos carriles de tráfico en cada sentido, salvo momentos muy excepcionales.
El túnel tendrá bajo el asfalto un par de depósitos que recogerán el agua de lluvia y, también, la de las capas freáticas, muy altas en ese punto cercano al río Besòs. Una vez terminados los trabajos, habrá, donde hasta ahora había una autovía con dos semáforos, una plaza en forma de rotonda y dos carriles de servicio, además de la zona soterrada. El conjunto de la obra supera el kilómetro y medio.
La parte que se soterra está limitada por una de las muchas servidumbres que paga Montcada: una de las tres líneas férreas que masacran el territorio y que, sobre la C-17, pasa en viaducto. Las zapatas del puente ferroviario impiden que el soterramiento de la autovía empiece antes. No obstante, a la altura de ese puente, se aprovechará para construir una zona de conexión con la carretera que lleva hacia Ripollet y Sabadell, a través de un paso inferior, además de una rotonda para la redistribución del tráfico.
Montcada soporta tres vías férreas (las obras del AVE ya han empezado), dos autopistas y, hasta ahora, una autovía. Uno de los puentes ferroviarios es, además, metálico, y el paso de los convoyes produce un estruendo considerable.
La ciudad tiene, además, una cementera y dos ríos. Uno de ellos, el Besòs, ha conseguido ser integrado a su paso por Santa Coloma, pero en Montcada sus riberas son puros vertederos, llenos de todo tipo de porquería, con predominancia de los plásticos abandonados.
El presupuesto de los trabajos es de 33,5 millones de euros. Las obras están siendo realizadas por Isolux-Corsan-Corvian. La media de trabajadores en la zona ronda el centenar de personas.
FRANCESC ARROYO - Barcelona - 07/10/2008 El País.com
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