martes, 5 de octubre de 2010

Artículo de Sabadell ha de cambiar sobre primarias.



http://sabadellhadecanviar.wordpress.com/2010/10/05/6517/#more-6517




LOS MAMARRACHOS
5 octubre 2010
Hay muchas maneras de hacer el mamarracho. Como cuando te has tomado alguna copa y todo el mundo lo comprende. O puede que suceda cuando estás sobrio y entonces, según quien seas, también todo el mundo lo entiende.
Todos tenemos derecho a pasar por mamarrachos alguna vez en la vida. El problema es quedarte permanentemente en ese estado. En ese caso tienes un problema seguro.
El género humano es contradictorio y ha de saber vivir con ello. Pero eso no debiera servir de justificación para lo que les sucede a “algunos” humanos que, además, se dedican a la política y se han acostumbrado a decir blanco y negro en la misma frase. Y encima se enorgullecen de ello.
Entre lo mucho o poco bueno que habrá hecho el colectivo que gestiona Sabadell ha de canviar está haber puesto un espejo ante la cara de algunos personajes que se creyeron que nos habían engañado. Que podían tomarnos el pelo una y mil veces esperando encima un aplauso por ello. Así había sido hasta ahora y los aplausos de las almas agradecidas suelen ser poco críticos.
Las redes sociales se han convertido en un aliado extraordinario para todos los que queremos ver el auténtico rostro de un personaje y descubrir si lo que tiene pintado es una sonrisa o una mueca. Todos tenemos múltiples ejemplos cerca o hemos leído sobre ellos. Hay que tener cuidado con eso porque siempre puede haber alguien que nos recuerde aquello que decimos ahora y lo que dijimos antes y, si nos queda un poco de vergüenza, nos acabará sacando los colores. Claro que el factor vergüenza es determinante.
Pongo un ejemplo de eso.
El domingo seguí con más curiosidad que interés el asunto de las primarias socialistas en Madrid. Pronto tuve conocimiento del triunfo de Tomás Gómez sobre Trinidad Jiménez. Un movimiento que el PSOE deberá gestionar ahora haciendo malabarismos dialécticos.
Muchos militantes inundaban la red con sus opiniones a favor o en contra del resultado. También en Sabadell alguien se sumaba a esas opiniones: su alcalde Manuel Bustos.
La mano amiga que redacta el Facebook de Manolo escribió el domingo poco después de conocerse el resultado: Estic seguint els resultats de les primàries de Madrid. Les primeres estimacions apunten que ha guanyat Tomás Gómez. En quasevol cas, qui ha guanyat és la democràcia interna en un clar exemple que el Partit Socialista manté les seves arrels fermes i no té por a l’expressió lliure dels militants. Ara, a guanyar Madrid!

¡Coño! Seguro que a estas alturas Manolo ya ha exigido la destitución o, por lo menos, mandado a dormir a la terraza a la torpe (o, quizás al torpe) que ha escrito eso en su nombre.
¿Cómo le han hecho quedar tan mal al hombre? ¡Fíate de los tuyos! ¿Pero no ven que le han dejado en un ridículo espantoso y puede que alguno acabe pensando que ha cometido una mamarrachada de esas?
Es imposible que Manuel Bustos ponga en su boca o salgan de sus dedos esas palabras. Si fuera cierto nos obligaría a recordarle qué sucedió en Sentmenat en el 2007.
El PSC acabó disolviendo la ejecutiva precisamente por pedir unas primarias. ¿Cómo iba a oponerse entonces de una forma tan radical, tomando una decisión tan drástica y aplaudir ahora que las hagan en Madrid calificándolas de representar “raíces firmes” y de “no tener miedo a la expresión libre de los militantes”? ¿Es que acaso quiere transmitir que sí que hay miedo aquí?
¿Y Montcada? ¿Por qué no se han celebrado allí unas primarias magníficas de esas tan bonitas? Que yo sepa, la actual alcaldesa sólo conoce (y muy bien) el dedo de Paco Bustos, que es quien avaló su aterrizaje en el cargo. ¿Las hubiera ganado ella de haberse presentado? ¿Qué referentes políticos tenía hasta cinco minutos antes de llegar al cargo?
Por no referirnos a hechos anteriores como los de Sant Quirze en el 2003 que definieron la gestión del hermano sensible de Bustos hasta hoy.
Hubo un tiempo en el que en esta ciudad se decía con una mezcla de temor y admiración que la maquinaria de publicidad que acompañaba a Manuel Bustos era sólida y eficaz. Que tenía un equipo bien engrasado y entrenado para prepararle sus asuntos. ¿Dónde están? ¿Qué han hecho con ellos? Es imposible que sigan ahí entre los suyos.
Por tu bien haz que regresen y se lleven a esta panda de torpes que te han dejado, Manolo. Que así no vas a ninguna parte, que estos te van a hacer la puñeta hasta el último día. No sé yo, pero para mí que la mitad simpatizan con la oposición. Como tienes costumbre de ir recogiendo gente que estaba en otros partidos, igual la cabra tira al monte y están estos que tienen nostalgia de las siglas que dejaron, que ya no puedes fiarte de nadie, ¿eh? Pero eso ya lo sabías tú.
Que, como no se te escapa nada, sabrás que te has convertido en protagonista de una de las anécdotas del Consell Nacional del PSC de este sábado. Lo recogía el portal e-noticies.
Llamó la atención de los periodistas que poco antes de comenzar el acto Manuel Bustos se plantara ante un Celestino Corbacho al que miraba embelesado mientras ponía encima de su ejemplar de EL PAÍS uno del Diari de Sabadell que Bustos traía bajo el brazo. Era algo así como el niño que le enseña las notas a papá esperando una mirada de aprobación, un gesto de cariño… Siente tanta soledad en esa gélida sala de la calle Nicaragua que Manolo buscaba, casi imploraba, un poco de complicidad.
Nos hemos acostumbrado a pedir poco a los cargos electos y a esperar menos todavía. De Manuel Bustos y su partido en esta comarca nos sorprenden pocas cosas. Les conocemos bien y hemos aprendido a adaptar nuestras expectativas a su capacidad.
No obstante, no tenemos que dejar de exigirles. Nadie les obligó a estar ahí y no deben de sentirse tan mal en vista de la forma como se aferran al puesto. Y dado que mientras sigan ocupando esas sillas nos representan, les hayamos votado o no, tenemos que pedirles alto y claro que dejen de tomarnos por lo que no somos. Si hay un mamarracho por aquí no está entre nosotros. Búsquenlo en otra parte.
Y hágase un favor intentando ser coherente. Por lo menos eso.

No hay comentarios: